lunes, 24 de septiembre de 2018

Guerrero de Luz.


MEMORIAS DE UN GUERRERO DE LUZ

Volé montado en dragones, dormí con el mismísimo Diablo... Besé a la muerte en la boca y llegué a creer que la amaba. Mientras dormía ella devoraba otras almas... mientras la amaba ella se dejaba amar por otros.

Pero ya he despertado y me doy cuenta que soy más fuerte por dentro que por fuera... y vaya que soy fuerte por fuera. 

Soy un guerrero que no ha sido vencido. Soy el creador de mi historia y esa historia pasada no es más que eso.... Historia pasada.

Venga FUTURO... te espero en guardia.

martes, 5 de diciembre de 2017

NUESTROS CORAZONES

Quería que nuestros corazones estuvieran tan entendidos, tan cercanos, que en caso de enojo, bastara con abrazarnos para que todo volviera a estar bien. 

Quería que nuestros corazones fueran tan cercanos, tan uno del otro, que no fuera posible ponernos tristes por las acciones del otro pues sabríamos que no tenían intención de lastimar 

Quería que nuestros corazones fueran tan uno del otro, que con solo mirarnos sabríamos que nos amamos.


Quería que nuestros corazones fueran uno, fueran fuertes, fueran amor

Mientras haya quien.

Mientras haya padres que a los que no les interese si sus hijos van a la escuela, habremos quienes por hacer un sandwich a las 6:00 de la mañana nos sintamos grandes.

Mientras haya quienes se paren en doble fila para dejar a sus hijos en la escuela, habremos quienes gastaremos más gasolina dando vueltas.

Mientras haya quien se meta en la fila, se pase en rojo, se estacione en lugares reservados, se brinque la valla, se meta en la fila, se robe las cosas, habremos quienes por ser normales, por hacer lo que TODOS deberíamos de hacer, nos sintamos especiales.

Quién que sea más grandioso que yo mismo.

Hemos llegado a creer en que hay algo o alguien que nos va a resolver todos nuestros problemas. Algo o alguien que nos va a dar lo que necesitamos.  al ver esto más grande que nosotros nos volvemos más y más pequeños.

No estoy hablando, y mucho menos mal, de las creencias religiosas de cada uno, es bueno creer en un ser divino que nos creó, que nos ama, yo creo en Dios de hecho. De lo que estoy hablando es de la forma en la que actuamos cuando nos atenemos a algo o alguien. La verdad es que dudo que alguien honestamente se atenga a que Dios le va a resolver sus necesidades y problemas. Es como el chiste ese del tipo que está en una inundación y pasa un grupo de gente caminando que dice que huyan y no se va con ellos porque dice que Dios lo va a salvar, luego pasa un camión recogiendo gente y no se sube, luego pasa una lancha y lo mismo, luego pasa un helicoptero y nada... al final muere y cuando llega al cielo, enojado, le reclama a Dios por qué no lo salvó, a lo que Dios le responde, "Te mandé gente para que te previniera, un camión, una lancha y hasta un helicóptero.... ¿qué esperabas?" Dios lo iba a salvar, sí, pero no iba a ir a cargarlo...

Que se nos quiten esas telarañas debe ser dificil, pero una vez que asumimos el control se nos pone la cosa más fácil. Y no es que sea del todo fácil la vida que nos toque, lo que sí es fácil es aprender a disfrutar lo que tenemos y cuando logramos eso, aprendemos a lograr más.

Disfrutar lo que tenemos no es conformismo.El conformismo es no hacer nada para lograr algo disfrutable.

De mi hablarán mis obras

He aprendido que de mi solo dirán verdad mis obras o el testimonio honesto que de estas hagan sus testigos. Nadie dice mal de sí, a menos que este afectado por una nube de enojo, tristeza o frustración, por lo que lo que de mi yo mismo diga no podrá ser más que cosa buena, a menos que me encuentre en una de esas  nubes y por lo tanto no dará fiel testimonio de lo que creo de mi.

Hacer es el poder que tiene uno para dejar huella, buena o mala, o buena y mala, esperando que la sumatoria de estas dé al final un resultado positivo.

Nadie quiere ser malo y nadie puede ser tan malo como para que nada bueno le pueda ser encontrado. Nadie puede ser tan malo como para no poder enseñar algo bueno, incluso basándose en lo malo que ha sido o ha hecho. Lo único bueno de lo malo es que se aprende y lo único malo de enseñar es no enseñar algo bueno.

No somos más que lo que somos, y no somos más si no enseñamos. La base de la enseñanza no es saber, sino querer enseñar, aunque se aprenda juntos. de nada sirve saber si nadie aprende lo que sabes, de nada sirve enseñar si lo que enseñas se queda y no se difunde.

sábado, 25 de agosto de 2012

Por mis huevos


Siempre se ha dicho que los mexicanos tenemos muchos huevos, y es cierto pues existen grandes productores avícolas, pero ahora resulta que ahora nos faltan huevos, y por esa falta de huevos estamos pagando hasta $40.00 por kilo de un producto que, según el secretario de economía Mexicano, estaría caro a $20.00.

Según el secretario, Bruno Ferrari, de quien espero haga honor a su apellido y tome las medidas necesarias a toda velocidad como parece que va a ser, ya que, según dijo, de seguir los especuladores encareciendo el precio por sus huevos,  permitirá que entre dicho producto proveniente de Colombia y Malasia. Qué bien por esos países que van a vender su producto y qué mal por la economía Mexicana que se ve otra vez afectada porque unos cuantos especulan por sus huevos.

Ahora nos toca hacer algo mientras esto se resuelve y no caer en las trampas de un nacionalismo o patriotismo malentendido. Si nos recomienda el secretario de economía que no compremos huevos no es por afectar a los productores mexicanos, sino para que los especuladores no nos roben y obligarlos a que pongan el precio correcto por nuestros huevos. El hecho de permitir la importación de huevo de otros países no es más que un castigo a ellos. Y si el huevo colombiano o malayo es más barato es porque los mexicanos que tienen los huevos incrementan el precio nomás por eso, porque tienen muchos huevos. En condiciones normales no deberíamos importar huevos pues tenemos suficiente producción, en condiciones normales, el huevo colombiano o malayo es más caro.

No es que los colombianos y malayos nos quieran meter los huevos, de hecho ellos ni siquiera estaba invitados a la fiesta, lo que pasa es que los especuladores no nos quieren soltar los huevos.

Te invito a que, por tus huevos, vayas a comprarlos donde te den un precio justo.

jueves, 24 de mayo de 2012

Mi lengua habla

Si debemos hablar, que sea. Aunque luego nos arrepintamos de lo que dijimos. Que hable nuestra lengua lo que le dicta nuestro abdomen, que se salga todo lo que traemos dentro. Vomitar las palabras, es mejor que no decir nada, más daño nos hace quedarnos callados y tragarnos lo que debe salir que gritar lo que pensamos. Al fin que luego, cuando ya nos hayamos ido, lo que dijimos, igual que nosotros, también será olvidado.

Lo que debemos enseñar.

En un excelente momento de mi vida, note con tristeza que había olvidado enseñar lo básico. O si no lo he olvidado, al menos quizá no lo he hecho bién.

Saludar como si hubieramos estado inseguros de volvenos a encontrar, despedirse como si no estuvieramos seguros de volvernos a ver, agradecer como si supieramos que lo que recibimos no necesariamente lo merecemos, o como si la persona que nos lo da tuviera tambien la opción de dejar de hacerlo.

A veces lo que hacemos es sólo adornarnos para la fiesta de la vida y asistir a ella cada vez que se nos llama, disfrutar y consumir, bailar, gozar y aportar nuestra persona para el disfrute de las otras o para nuestro disfrute a costa de otros, dejarnos querer, ponernos de modo y aplazar el momento de corresponder o, mínimo, de agradecer.

Saludar, despedirse, disfrutar y agradecer, eso es algo que hay que saber, que hay que enseñar y que hay que ejercer.

Saludamos a la vida cuando nacemos, con un llanto o con el simple hecho de comenzar a respirar. Tomamos desde que nacemos muchas cosas que se nos dan, comenzando con el aire de la vida y muchas veces nos olvidamos de decir gracias a alguien por eso. Nos despedimos con llanto cuando la vida se acaba, y muchas veces ese llanto no es escuchado por aquella persona por la que lo emanamos. Somos pródigos en llanto cuando alguien muere, pero no fuimos capaces de saludar, despedirnos, disfrutar y agradecer a esa persona cuando la teníamos en vida frente a nosotros.

Se nos olvida dar las gracias como si nos merecieramos todo. Se nos olvida dar las gracias como si fuera un derecho divino recibir lo que recibimos, se nos olvida dar las gracias como si no nos interesara seguir recibiendo más.

Mínimo con el mezquino interés de que no nos falte, deberíamos regresar a dar las gracias por lo que hemos recibido. Y más si se trata de un ser terrenal como nosotros. No sea que se sienta lastimado con nuestra ingratitud y nos castigue... al fin somos humanos y si a mi no se me activa el impulso de agradecer a él o ella se le puede desactivar el impulso de dar. Es más dificil que se canse el que recibe que el que da.

Saludar: Hola, buen día, saludos, etc.
Despedirse: Hasta luego, nos vemos, bye, adios, etc
Disfrutar: Wow! está padrìsimo, que rico, que bonito, etc.
Agradecer: Gracias.

Gracias por leerme.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Los libros de la vida.

Los libros te enseñan la verdad, por eso hay que leerlos.
La vida te enseña la neta, por eso hay que vivirla.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Algún día seremos grandes.

ALGÚN DÍA SEREMOS GRANDES:

Pasadas las cosas malas que se viven, el cuerpo vuelve irremediablemente a retomar sus fuerzas. Como si el hecho de asumir que lo que salió mal se debe superar le valiera para cargar de nuevo la pila y empezar el juego. Se supone que los embates, los ataques, debilitan; pero luego de asumirlos y decidir qué se hará con ellos, el espíritu le regala al cuerpo parte de su grandiosa energía que guarda para ese tipo de momentos. El cuerpo se alimenta del espiritú tanto como lo hace la planta de la luz del sol. Sin el espiritu el cuerpo sería nada, simplemente un monigote que vaga.
Se toman decisiones y estas se convierten en acciones, la grandeza se alcanza sin necesidad de rasguñar sus primeros alcances, es decir, lo primero que tocas de ella, pues ésta cede en la medida que el esfuerzo individual la merece, se alcanza o se deja alcanzar, para ese momento eso es lo de menos.
La grandeza se alcanza igual que como se sale de una cascada. luchando pero dejándose llevar, encontrando el balance y el momento ideal, balanceando la mente, el cuerpo y el espíritu para hacerlos uno solo. Dejando que la corriente te arratre a donde tú quieres llegar. En la paradoja de empujar y dejarse guíar se encuentra que no todo lo decides tú, pero que lo que depende de otros lo puedes adoptar y, al rato, manejarlo como si de ti hubiera nacido. Esa el la grandeza, llegar limpio de espíritu y no necesariamente de cuerpo. Que queden cicatrices no importa, que queden huellas es lo importante, Para que no se nos olvide quiénes somos, de donde venimos y lo que nos ha costado llegar a ser lo grandes que somos.