jueves, 24 de mayo de 2012

Mi lengua habla

Si debemos hablar, que sea. Aunque luego nos arrepintamos de lo que dijimos. Que hable nuestra lengua lo que le dicta nuestro abdomen, que se salga todo lo que traemos dentro. Vomitar las palabras, es mejor que no decir nada, más daño nos hace quedarnos callados y tragarnos lo que debe salir que gritar lo que pensamos. Al fin que luego, cuando ya nos hayamos ido, lo que dijimos, igual que nosotros, también será olvidado.