lunes, 30 de noviembre de 2009

¿De veras crees que eres libre?

Cómo ves la libertad tú?

así es como la veo yo:

En la permanente búsqueda del ser humano por su libertad, he visto que algunas veces se comenten excesos, es muy fácil cruzar la delgada línea que divide el ser libre del ser libertino. Ser libre no es el pretexto ideal para hacer estupideces, ser libre no es hacer exactamente lo que uno quiere, el ser que se sabe libre no daña a los demás, sabe que su libertad termina donde comienza la de otros, el ser libre respeta a todos, porque su sentido de la libertad lo obliga, sin hacerlo esclavo. Ser libre es cumplir a cabalidad nuestras promesas, el ser libre cumple lo que promete no porque eso es lo que esperan los demás, sino porque, en algún punto de su libre elección, se comprometió consigo mismo.

Recuerdo una ocasión que un amigo me hizo una promesa, tiempo después yo sentí que estaba un poco obligado y que le convenían opciones diferentes a las que habíamos convenido, por lo que decidí decirle que le devolvía su promesa para que tomara la decisión que más le conviniera a lo que él respondió que no, ya que, según me explicó, su palabra era palabra de rey y que lo que él prometía lo cumplía por él mismo, no tanto por lo que los demás esperaran de él. Ese día, aprendí una gran lección: ser libre es también volverte esclavo de tus propias decisiones, paradójico o no, el verdadero ser libre se ata a sí mismo, el ser libre responsable se compromete, en primer lugar con sí mismo y luego con los demás de forma que, en el ejercicio de su libertad respeta lo que él mismo, bajo su libre albedrío decidió.

Si yo, ejerciendo mi libertad, le prometo a alguien hacer algo, desde ese momento ese algo que prometí es una promesa a mí mismo y mi libertad me obliga a cumplirle, si no, habré fallado.

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